eLena domínguez iten

Cambiar de profesión a los 40 años, no es tarea fácil. Y menos si vives en España, que es país poco dado a las excentricidades.

Mi perro Adolfo fue, en gran medida, “culpable” de este cambio.

Adolfo llegó a nuestras vidas por casualidad, como suele pasar en estas cosas. Un perro loco que no paraba de correr, saltar, morder y destrozar lo que se encontraba en su camino, fuera un abrigo, unas tazas chinas
(¡le hubiera estrangulado!) los árboles, o la valla que nos separaba del vecino. Era una especie de ciclón peludo de ocho meses, que con su orejita caída, se parecía muchísimo a Alf, aquel peluche extraterrestre que salía en la tele, hace un montón de años. Total, que teníamos un peluche encantador en casa, que todavía sigue con nosotros, aunque el pobre ya no salta, ni corre, ni destroza
tazas. Tiene casi catorce años, y ya es el abuelito Adolfo, sin dientes, y ¡sordo!.

En todos estos años, Adolfo me enseñó como la presencia de los perros pueden influir poderosamente en las personas. Y dejan de ser animales, para convertirse en uno más de la familia, del entorno cercano, siendo unos facilitadores tan potentes de la comunicación que su sola presencia produce cambios emocionales tan fuertes, que la gente “se abre”, se relaja, de una forma tan natural que podríamos calificar a los perros como auténticos “lexatines con patas”.

Decidí, por ello, trabajar uniendo pasiones : las emociones humanas y los perros. La Psicología y la aplicación de los perros, con fines terapéuticos, para la mejora de la calidad de vida de las personas.

Y, para mi sorpresa, hubo un tercer elemento-pasión que cerró el círculo, y que descubrí posteriormente. ¿Se puede unir Psicología, perros y libros? Pues sí, y yo lo he hecho. En 2010 descubrí en EEUU una organización (ITA) con más de 20 años de experiencia en Terapia Asistida con Animales, que había creado un programa de Lectura con Perros: el Programa R.E.A.D. Para niños con dificultades de aprendizaje. ¡Por fin! ¡Todo unido! Los libros han sido siempre otras de mis grandes pasiones. Son los que hacen que una casa deje de ser un garaje frío, y se convierta en un refugio. Ponedme delante de una estantería llena de libros, y me consideraré como en casa. Eso fue lo que viví con mis abuelos paternos, maestros de escuela, y mi padre, un grandísimo lector. No es pedantería, es, sencillamente, lo que me enseñaron. ¡Y me alegro un montón de que lo hicieran! Eso me ha permitido acercarme a mi verdadera vocación, y hacer de ello una profesión: ayudar a los niños con dificultades, mediante el uso terapéutico de la lectura y  de un perro adiestrado para ello. ¿Alguien da más?.

Elena Domínguez Iten

 

Elena Domínguez Iten es Licenciada en Derecho, y cursa este año 3º de Grado en Psicología.

Es especialista en Terapia Asistida con Animales y, desde el año 2004, ha participado en numerosos cursos y proyectos con perros de terapia.

En 2010 realizó el curso de Lectura con Perros en EE.UU., formando con su perrita Bea un Equipo R.E.A.D desde mayo de 2011.

En la actualidad, dirige PERROS Y LETRAS – R.E.A.D ESPAÑA, siendo la única entidad acreditada por ITA (fundadores de R.E.A.D.) para la implantación en España del Programa de Lectura con Perros.

Puedes contactar con ella en info@perrosyletras.com.